Las instalaciones residenciales de láminas para ventanas presentan desafíos propios en el aspecto técnico. Pero hay un elemento en los trabajos residenciales que hará o deshará el resultado del trabajo cada vez, y no tiene nada que ver con la película o cómo se instala. Ese elemento es la forma en que sus técnicos actúan en la casa del cliente, y cómo el propietario los percibe.
Piénselo de este modo: sus instaladores pueden hacer el mejor trabajo, el más rápido y el más eficaz, y aun así molestar a su cliente, empañando al mismo tiempo la reputación de su empresa. ¿Cómo ocurre esto?
Siendo descuidados y olvidando que la casa de un hombre -y a menudo aún más la de una mujer- es su castillo. Sus técnicos pueden alienar a un cliente de muchas maneras, a menudo sin ni siquiera saber que lo están haciendo. Lenguaje grosero. Insensibilidad a las peticiones de los clientes sobre trabajar en zonas concretas (los dormitorios y los cuartos de baño suelen ser zonas conflictivas). Dejar un rastro de suciedad y escombros al terminar el trabajo.
Cuando sus técnicos entran en casa de un cliente, tienen que ser conscientes de que este entorno es totalmente distinto al de sus proyectos industriales o comerciales, incluso a una oficina lujosa y bien equipada. He aquí algunos consejos para que transmita a sus técnicos cómo hacerse amigos de los propietarios y representar a su empresa como a usted le gusta en los trabajos residenciales.
Respete el tiempo del cliente. La gente está ocupada y muchos trabajan en casa. Ponga a sus técnicos a trabajar a la hora acordada. Quince minutos antes, sobre todo a primera hora de la mañana, puede ser tan malo como media hora tarde. Si el técnico se adelanta al tráfico y llega pronto, hágale esperar en su vehículo para ir a la puerta a la hora adecuada. Un cliente no quiere oír el timbre de su puerta cuando se está secando con la toalla después de ducharse; tampoco quiere dejar su conferencia telefónica para dejar entrar a su personal porque llegan tarde.
Respete la propiedad del cliente. La mayoría de las veces, esto significa sencillamente que los técnicos deben estar limpios y ordenados. Los cubrezapatos son imprescindibles, aunque el suelo esté seco y sin barro. Si buscas una forma inteligente de conseguir que tus técnicos utilicen cubrezapatos, echa un vistazo a los consejos de este antiguo contratista.
Ponga un aspirador pequeño, una escoba y un recogedor en los vehículos de sus técnicos e insista en que utilicen estas herramientas, incluso cuando les parezca que no hay nada que limpiar. Ver a su empleado con los zapatos cubiertos arreglando el área de trabajo es el tipo de detalle que los clientes recuerdan, y le hará ganar futuras referencias.
Respete los deseos del cliente. Sus técnicos son humanos y algunos clientes pueden ser demasiado frustrantes, exigentes o incluso groseros. Es inevitable que surjan roces de vez en cuando, y hay que enseñar a los técnicos cómo manejarlos. El lema "Nuestros clientes son la razón de nuestro trabajo" es un tambor que hay que tocar continuamente. Los técnicos están en el proyecto para satisfacer al cliente, no a sí mismos ni a ti. Si la Sra. Propietaria quiere que empiecen por esta habitación en vez de por aquella, aunque sea más rápido, mejor o más fácil empezar por donde quiere el técnico, no hay duda de quién gana. Para tomar prestado de Dale Carnegie, los técnicos están en el trabajo para ganar amigos e influir en la gente en primer lugar, y para instalar la película de la ventana en segundo lugar.